Título: Esta noche no hay luna llena
Autor: Care Santos
Saga: Libro único
Editorial: SM
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Precio: 16,95 €
Número de páginas: 316
Sinopsis: Hay un momento en la vida en el que aún estamos a tiempo. Aún podemos elegir aquello en que vamos a convertirnos. Lo que deseamos ser. Abel está en ese momento crucial de la vida: tiene diecisiete años y se ha enamorado.
Opinión personal: La vida de Abel es extremadamente aburrida: duerme de día y vive de noche, no sale nunca de casa y casi no conoce nada del mundo que hay tras la puerta de su "casa". Su único contacto con el mundo exterior es Internet. Es así como conoce a una chica que parece su alma gemela y con la que rápidamente siente una conexión; cada madrugada, espera a que ella publique una entrada en su blog, en el que habla de sus últimas vivencias. Poco a poco, comienzan una relación virtual en la que se van dando cuenta de que, probablemente, ambos se han encontrado por una razón y gracias a ello tienen en sus manos la oportunidad de cambiar sus vidas.
Hace tiempo que quería leer este libro, me llamaba muchísimo la atención y tenía la sensación de que su esencia iba a ser diferente. Pues bien, mi intuición era acertada: no sólo me ha resultado diferente, sino que sólo con leer la sinopsis y la cita de la autora al comienzo del libro (lo que me ha transmitido), este libro ya me había ganado al completo. Una vez terminado, no me ha defraudado.
Aunque los protagonistas sean criaturas nocturnas, no se trata de una novela fantástica tal como podemos concebirla, sino de una historia sobre las elecciones y la valentía para tomarlas, las inseguridades y dudas que nos van surgiendo a lo largo de nuestra vida, etapas difíciles y nuevas, el amor... Este tipo de situaciones que nos hace crecer como personas. Diría más bien que se trata de una novela realista con personajes sobrenaturales.
Además de lo que acabo de mencionar, y sumado a ello, el libro refleja varias situaciones o sentimientos con los que fácilmente te puedes sentir identificado.
A lo largo de la trama, desarrollada entre Valdelobos (un diminuto pueblo ficticio con apenas habitantes) y el Valle del Silencio (Castilla y León), conoceremos a Abel y su pasado, y a Olivia y su incierto futuro. Veremos cómo ambos constituyen la única forma de contacto verdadero y sincero para el otro, cómo entre ellos comienza a surgir una conexión innegable, ayudándose a seguir su propio camino, ya que conocerse les infunde valor y coraje para atreverse a enfrentarse a sus miedos. El sentir que alguien nos comprende, ser conscientes de esa comprensión y ver nuestro propio reflejo en otra persona, complementarse el uno al otro, es el motor de esta historia.
Sin embargo, una pega que tengo es que la relación entre ambos personajes me ha resultado un poco precipitada por parte de Olivia, ya que se enamora con mucha rapidez, en mi opinión. Por parte de Abel, no me ha parecido así, pues él "conoce" a Olivia desde hace más tiempo, a través de la red.
De la edición he de decir que está muy cuidada y es muy bonita, con las páginas azules y separadores con la forma de las fases de la luna. Igualmente, incluye un par de breves leyendas, así como un decálogo sobre las criaturas de la noche (vampiros) y otro sobre los licántropos.
Respecto a los personajes, éstos están bien construidos y definidos; son muy humanos y sus sentimientos son profundos, resultando muy creíbles y reales. Los personajes principales son criaturas nocturnas con dos identidades: una física y otra virtual.
En primer lugar, Abel (apodado Weirdo en Internet), es un vampiro que vive encerrado y apartado del mundo obedeciendo todos los deseos de su madre. Es un adolescente muy melancólico, composistor, y lo que más desea es vivir su propia vida, poder sentirse libre y sin ataduras, pero se siente bastante inseguro al respecto, a pesar de que para algunas cuestiones no es tan dependiente.
En segundo lugar, Olivia (de sobrenombre, Oscura) es una chica que recientemente está sufriendo una serie de cambios con su correspondiente adaptación. Se siente una extraña en su propia casa y en su propia familia, siendo su blog, Esta noche no hay luna llena, y la escritura sus únicas vías de escapes (un espacio que ella y Weirdo comparten).
Estos dos personajes evolucionan claramente a lo largo de la trama, sobre todo Abel, y, en ocasiones, la percepción que tenemos de uno u otro puede variar ligeramente al leerlos desde su identidad virtual.
Por otro lado, tenemos a los siguientes personajes secundarios: Rosa, la madre de Abel, vive por y para su hijo, sobreprotegiéndole y ocultándole (si yo tuviera una cámara de vigilancia, la llamaría Rosa). Es una mujer muy estresada y dependiente de su hijo, negándose a aceptar que éste ha crecido y madurado. Al contrario, Hipólito, único amigo de Rosa, es un hombre bueno y sincero que conoce la verdadera naturaleza de Abel, siempre dispuesto a echar un cable.
De la familia de Olivia, cabe destacar a su hermano Benjamín, un chico muy egoísta y repelente que suele buscar su propio beneficio. Finalmente, hay que mencionar a Eliseo, un pastor y conocedor de diversas leyendas sobre lobos, amigo del padre de Olivia.
Por último, Arístides es un misterioso personaje del que no diré nada más, sólo que interviene crucialmente en la vida de ambos protagonistas y que supone el inicio y el fin de todo.
La narración se realiza en 3ª persona del presente en la primera parte (esto no es habitual, pero le da un toque distinto a la lectura, quizá algo ajeno), y en 1ª persona del pasado en la segunda parte (contada en forma de entradas de un blog, aunque no siempre nos dé esa sensación); por tanto, la novela se encuentra dividida en dos partes: Weirdo y Oscura. En la segunda parte comienzan a encajar varias piezas y detalles de la trama, entrelazándola.
La narración es bastante dinámica, puesto que intercala conversaciones de chat entre los protagonistas y algunas canciones, composiciones de Abel. Esta mezcla convierte el libro en una lectura amena y dinámica, como ya he dicho; aparte, podemos conocer a la perfección los sentimientos, anhelos y miedos de los personajes.
El lenguaje es muy sencillo y directo, utilizando con frecuencia frases cortas, pero al mismo tiempo es cuidado y elegante según avanza la lectura (este cambio se hace más notable en la parte de Oscura). Los diálogos son muy ágiles y, aunque no se detiene mucho en los detalles, las descripciones nos permiten hacernos una imagen básica del entorno y son bastante nítidas. A pesar de su simpleza, la autora consigue transmitir mucho con pocas palabras.
Por otra parte, el ritmo es ágil y se vuelve mucho más ágil en la segunda parte; además, los capítulos que componen el libro no son muy largos. El tono que caracteriza la parte de Abel es muy melancólico, mientras que el que caracteriza a la de Olivia es más ameno, relajado y distendido (pero carece de todo el sentimiento que desprende la primera parte, he echado en falta esto último).
En cuanto al final, éste es un final cerrado. A primera vista, parece que el desenlace de la novela va a quedar poco desarrollado y "colgando" pero, finalmente, se atan los cabos principales, cerrando esta preciosa historia; aun así, hay pequeños aspectos (irrelevantes para la historia principal) que sí quedan en el aire, u otros que se sobreentienden.
Tras el epílogo, nos encontramos una elaborada nota de autora explicando distintas leyendas sobre licántropos, tanto en España como en regiones más remotas. La nota también incluye alguna referencia a leyendas sobre vampiros, además de algunos datos geográficos e históricos de León que inspiraron estas leyendas lobunas, al igual que el escenario de la trama de este libro.
En definitiva, Esta noche no hay luna llena es una novela escrita con sencillez y elegancia y cuyo pilar lo constituyen las leyendas sobre licántropos. Se trata de una lectura dinámica y emotiva sobre la libertad de elecciones, el valor para tomar decisiones y superar barreras, al igual que para atreverse a soñar y confiar. Eso es algo que los Abel y Olivia comprenden al encontrarse y complementarse mutuamente.
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